Esta residencia tuvo lugar en “compacta”, el espacio independiente del Dr. Franklin Aguirre que, de forma comedida, nos abrió las puertas del mismo para llevar a cabo la primera residencia artística de un día y, de ese modo, fungir como nuestro primer patógeno artístico. Acompañados por actividades de introspección, procesos de valor para la creación de la ideación de una obra artística, reflexiones sobre el propósito que tenemos como artistas, estrategias de visibilidad en el medio y buena comida, nuestros primeros residentes aprendieron nuevas estrategias de concepción creativa.

Agradecemos a las personas que se atrevieron a asistir a esta nueva experiencia pedagógica que, aunque no fueron muchos, sabemos que se llevaron un gran material de aprendizaje, esperamos verlos en una futura residencia con hambre de conocimiento y con grandes ideas que quieran potenciar para ser realizadas.